Desde su llegada en el año en el 2009, las criptomonedas se han convertido en un tipo de divisa alternativa, por su diseño innovador y porque no es regulada por ningún gobierno o banco. Sin embargo, las personas que invirtieron en algún tipo de criptomoneda desde su creación, en su momento fueron aquellas que se dejaron llevar por la moda, por sus emociones, por el miedo de quedarse atrás, o por no perder un gran negocio, incluso muchas personas vendieron todos sus bienes y hasta hipotecaron sus viviendas para poder comprar algunas de estas criptomonedas.
Actualmente el mercado de las monedas virtuales ha perdido credibilidad porque algunas han sido hackeadas, y esto ha creado cierta desconfianza a la hora de invertir. Algunos vieron las criptomonedas, hace algunos años, como la moneda del futuro, pero hoy eso está en duda por su desvalorización, seguridad y reputación. Sin embargo, cabe aclarar que siguen siendo tendencia.
El futuro de las criptomonedas está en entredicho, pues si analizamos su comportamiento, el bitcoin, que fue la primer criptomoneda en los años 2013 y 2014, tuvo un valor de hasta 1.000 dólares. En el año 2017 llegó a su punto máximo de 20.000 dólares y hoy está en los 4.864 dólares, lo que hace pensar que la moneda virtual está decayendo después de estallar la gran burbuja, es decir, desde su tope máximo que se dio hace dos años.
A pesar de su atractivo y original formato, que ya lleva algunos años en el mercado, por ahora el panorama sigue siendo incierto, porque se hace necesario que las criptomonedas sean reguladas o tengan algún respaldo de seguridad, para que las personas vuelvan a confiar y a invertir, de lo contrario, lo que se pensó que sería la moneda del futuro, podría desaparecer o, en algunos años, los gobiernos la podrían transformar para adoptarla e implementarla.
