Para hacer realidad cualquier proyecto siempre se debe partir de una buena planificación, luego se debe perseverar y mantenerse con la misma motivación desde el principio hasta el final.
Una investigación acerca de la motivación ha encontrado que tendemos a ser personas más motivadas y entusiastas sobre un proyecto cuando lo comenzamos y cuando estamos a punto de completarlo, pero el trabajo y las molestias menores en medio de estas dos etapas, hacen que la determinación y motivación sean débiles.
Investigadores de la Escuela de Negocios HSBC de la Universidad de Pekín, la Escuela de Negocios de la Universidad de Corea y la Universidad de Iowa, colaboraron para comprobar si los métodos de planificación afectan la motivación y la búsqueda de objetivos.
En el transcurso de cinco estudios, grupos de estudiantes planearon su enfoque del trabajo escolar general, pruebas de unidad, exámenes integrales o entrevistas de trabajo importantes. Algunos de los participantes planearon sus actividades en orden cronológico. Los otros participantes trabajaron al revés, planificando los pasos que tomarían justo antes de su objetivo y trabajando hacia atrás en el tiempo hasta llegar al paso más cercano en el futuro.
«Aunque la investigación exhaustiva ha demostrado los beneficios de la planificación, se ha prestado poca atención a la forma en que las personas construyen los planes y su impacto en la subsiguiente búsqueda de objetivos», dijo Jooyoung Park, profesor asistente en el Departamento de Administración de la Universidad de Pekín, Escuela de Negocios HSBC.
Investigaciones anteriores han establecido que hacer planes específicos y visualizar objetivos estimula acciones y mentalidades orientadas a alcanzar esos objetivos, pero también que ciertos procesos de pensamiento interfieren con el progreso de los objetivos. Los sentimientos de distancia a una meta, la cantidad de metas en cuestión, y reflexionar sobre ideas en lugar de acciones, hacen que los definidores de metas sean más lentos al avanzar.
Para objetivos relativamente simples, no hubo diferencia entre la planificación hacia adelante y la planificación hacia atrás. Si un objetivo es a corto plazo o requiere solo un par de pasos, los dos probablemente no sean diferentes.
Pero para las tareas complejas (como planificar cómo estudiar para un examen completo), los estudiantes que se preparan al revés (es decir, planificación hacia atrás) anticiparon los pasos necesarios con mayor claridad y siguieron el plan original para alcanzar la meta establecida, tenían mayores expectativas de alcanzar sus metas y se sentían menos presionados por el tiempo durante el progreso hacia ellos.
«Esto sugiere que simplemente con cambiar la forma de construir planes se pueden producir diferentes resultados», dijo Park.
Estos resultados se obtuvieron tanto en contextos académicos como profesionales. Además, los participantes en algunos de los experimentos propusieron sus propios pasos para alcanzar una meta, mientras que en otros experimentos les proporcionaron los pasos a seguir. En cada caso, aparecieron los efectos motivadores.
Los investigadores ofrecen una serie de explicaciones sobre por qué la planificación hacia atrás resultó ser efectiva. El trabajo previo en el campo del establecimiento de objetivos, la planificación y la motivación ha identificado la imaginación como una herramienta motivadora.
La verdadera retrospección se usa para revisar los eventos que ya han ocurrido, pero usar la imaginación para pensar en eventos futuros como si estuvieran en el pasado facilita la visualización tanto de la meta final como de los pasos necesarios para llegar allí.
Esta ‘retrospección futura’ tiende a aumentar la anticipación del placer de alcanzar la meta y ayuda a producir conductas dirigidas hacia la meta.
La planificación al revés puede haber ayudado a los estudiantes a predecir el éxito en lugar del fracaso. Si uno comienza por el objetivo final, se supone que los esfuerzos fueron exitosos para lograrlo, mientras que pasar del presente al futuro no necesariamente asume el éxito, y obliga a quien establece las metas a pensar en los obstáculos que podrían evitar que esto suceda.
Las investigaciones demostraron que prever los pasos necesarios para completar un objetivo reduce la ansiedad, aumenta la confianza y conduce a tomar acciones más difíciles. Además, los establecedores de metas se sienten más cerca de la meta final en términos de tiempo cuando prevén el éxito en lugar del fracaso.
Jooyoung, P., Lu, F., Hedgcock, W. Forward and Backward Planning and Goal Pursuit.